
Para todos y en todo el mundo, la Navidad es un día especial. Desde Europa a América Latina, el Medio Oriente e incluso en aquellos lugares donde no se profesa mayoritariamente la fe cristiana, el 25 de diciembre tiene un sabor y un ambiente distintos.
En la mayoría de los países la celebración consiste en una cena familiar y la tradicional apertura de regalos. En la mañana de hoy, los niños lucen sus juguetes nuevos; muestran con orgullo a sus amigos lo que les trajo el Viejo Pascuero.
En otras partes, la idea de una "noche de paz" es más lejana. Las tensiones de la política y las antiguas querellas entre grupos rivales hacen que la Navidad sea tensa en aquellos sitios.
Típicamente, uno de ellos es, de manera paradójica, la ciudad donde nació Jesús: Belén. Ubicada en un área conflictiva, la ciudad ha vivido navidades tensas.
En esta ocasión, sin embargo, la situación es distinta. Tanto han mejorado las condiciones de seguridad respecto de años anteriores, que Belén ha copado casi por completo sus hoteles. La mayoría de los visitantes son peregrinos que han llegado para aprticipar en las procesiones y actos en la plaza del pesebre y la Basílica de la Natividad.
Este año Belén experimenta una jornada tranquila. Hoy, a diferencia de ocasiones anteriores, los habitantes de la ciudad han recibido el mejor regalo posible: una Navidad en paz. (IIS)
Este artículo fue publicado en el diario "La Tercera" el día viernes 25 de diciembre de 2009
Este artículo fue publicado en el diario "La Tercera" el día viernes 25 de diciembre de 2009